Cuando él trabajaba en la selva por su trabajo de policía, cerca de Ucayali, cuenta que una noche se escaparon unos presos y se internaron por la selva, mientras los policías iban a buscarlos, siendo uno de ellos mi padre. Eran fines de la década de los 70′s y la seguridad en las prisiones era “distinta” a la que hoy se tiene, por eso lograron escapar, pero como eran presos que llegaron desde Lima, tuvieron “la grandiosa idea” de escapar hacia la selva… Salieron los policías al amanecer, y empezaron la búsqueda, con muy pocas esperanzas de encontrar a los presos porque la selva es un sitio muy distinto a la sierra y la costa, siendo prácticamente la misma cárcel si no se sabía por dónde ir.
El grupo de efectivos policiales iban preguntando de aldea en aldea e internándose poco a poco hacia la selva, cuando al caer la noche cuenta (mi padre) que ya se encontraban de regreso a pocas horas del campamento policial sin ningún resultado alentador y ni rastros de los presos, cuando al acercarse un poco al río que cruzaba cerca, uno de los policías que era de la zona les dijo que no hagan ruido y que se agachen con él a la rivera, atrás de unos matorrales…
El grupo se tiró al suelo, pensando que podía ser una columna senderista que por aquellos días empezaba a tomar bastante fuerza… sin embargo cuando todos estuvieron en silencio vieron una luz que flotaba (literalmente) sobre el río… Sorprendidos más que asustados, le preguntaron en voz baja al colega que les había dicho que se coloquen tras ese matorral, y éste les contestó que por nada del mundo vayan a hacer ruido hasta que pase, ese es el “tunche” el espíritu malo de la selva… Cuando la aparición seguía el curso del río en dirección opuesta a la corriente y cuando parecía que ya se iba río arriba uno de los policías, como jugando, dio un silbido y se calló, de inmediato la luz se detuvo por un instante pero al momento continuó su ruta rio arriba… Dicho policía al notar que no pasaba nada y con las sonrisas de sus compañeros, se aventuró a dar otro silbido mas… es en ese entonces que, ni siquiera le dio tiempo para terminar el silbido cuando la luz detuvo su rumbo y se dirigió a toda velocidad hacia ellos, y ahora sin importar nada, el grupo policial se echó a correr rumbo al destacamento policial sin darse la vuelta y sin ver ni siquiera por donde pasaban puesto que la noche había caído.
Al llegar llenos de pánico, se dieron cuenta que no había nada atrás y que la aparición se había esfumado…
Mi padre me contó que casi nadie pudo dormir esa noche, pero el policía que dio los silbidos no pudo dormir por una semana, puesto que tenía pesadillas y decía que lo iban a llevar. Tanto fué el temor, que pronto pidió su cambio hacia una delegación de Lima.
Si te agrado este articulo, no olvides suscribirte a la página Aquí
3 comentarios:
Muy buena la pagina me sirvió para hacer mi tarea de historias del Perú gracias a la pagina me saque un 19
Me encanto es la mejor página de terror ★★★★★★★★me saque20....... besos para todos
Me saque 20 en literatura.
Gracias..... XD
Publicar un comentario