
Hace mucho tiempo había un matrimonio que tenia dos hijos, varón y mujer. Esta familia vivía feliz pero el destino hizo que la madre falleciera cuando los niños eran aun muy jóvenes por lo cual el padre se hizo cargo del cuidado del hogar. Paso un tiempo hasta que el conoció a una señora de la cual se enamoro de nuevo y posteriormente decidió que se casaría con ella, pero la señora que tenia el corazón frio le exigió como prueba de amor que se deshiciera de sus hijos porque ella no sentía ningún aprecio por ellos y quería tener los suyos propios.
El padre se encontraba tan prendado de esta mujer que al final decidió que sus propios hijos no le importaban mas que sus sentimientos por esta nueva ilusión, así que decidió ir a perderlos en el bosque y se lo dijo a la que seria su mujer, pero los niños de donde se encontraban escucharon la conversación. Llamó a sus hijos y les dijo que irían todos a buscar leña al bosque a lo cual los niños obedecieron enseguida. Mientras iban por el camino que daba muchas vueltas el niño iba poniendo piedritas a lo largo de su ruta.
Una vez en el bosque profundo el padre les dijo que se quedaran allí por que el iba a cortar la leña, los niños obedecieron y se quedaron allí esperando mientras su padre regresaba. Pasaron mucho tiempo jugando pero al ver que se hacia tarde y su padre no regresaba lo buscaron dando gritos los cuales no fueron contestado. Decidieron volver a la casa siguiendo las rutas de las piedritas que el niño había colocado en la ruta, pero como se distrajeron jugando se demoraron en encontrar las piedritas que una vez ubicadas las siguieron de vuelta a casa.
El padre al ver que los niños habían vuelto decidió llevarles al día siguiente de vuelta al bosque por otra ruta, y de la misma forma que la primera vez salieron muy temprano con el fin de cortar leña. Esta vez el niño llevo cancha y su hermana ceniza, cuando iban caminando en la ruta el niño iba detrás del padre regando la cancha que llevaba en su bolsillo mientras que detrás de el su hermana iba comiéndose la cancha regada pero al mismo tiempo iba regando la ceniza que llevaba por toda el camino que iban recorriendo.
Al llegar a lo profundo del bosque, el padre les dijo que lo esperaran mientras el cortaba la leña, los niños se encontraban tranquilos pensando que su padre no los engañaría esta vez asi que comenzaron a jugar. El padre a su vez había llevado una lata la cual amarro al costado del tronco de un árbol, mientras era sacudida por el viento chocaba con el tronco y daba la sensación de que alguien estaba cortando leña.
Cuando se hizo mas tarde los niños se preocuparon de que su padre no regresaba así que se dirigieron al lugar donde provenía el supuesto sonido de un leñador, mas cuando llegaron se dieron con la sorpresa de que su padre no estaba y el sonido era de una simple lata. Decidieron regresar por el mismo camino en que habían regado la ceniza y la cancha pero para mala suerte de ellos solo después de avanzar comenzó una torrencial lluvia que borro toda la ceniza lo cual impidió que los niños pudieran volver.
Los niños al ver que estaban perdidos decidieron buscar un refugio, así es que el niño subió a un árbol para tener una idea de donde se encontraban, es así que a lo lejos diviso una choza que estaba humeando por su chimenea. Se dirigieron ahí y se encontraron con una vieja tuerta de cabellos blancos. Esta vieja era la Minshula, la cual estaba friendo tortillas cuando los niños llegaron. Los niños estaban hambrientos pues no habían probado bocado en todo el día decidieron robarle algunas tortillas, así es que se acercaron pero por el ojo tuerto de la vieja. Para esto la vieja tenia un loro que observaba lo que ocurría así es que aleteo diciendo: “vieja por el ojo tuerto te roban las tortillas”; las repitió varias veces a lo cual la Minyula se dio cuenta de lo que ocurría y atrapo a los niños.
La minshula observo que los niños estaban desnutridos puesto que creía que eran chanchos, decidió encerrarlos en un cuarto para engordarlos. Es así que todos los días les llevaba abundante comida y les pedía que le enseñaran el dedo meñique. Con el paso del tiempo los niños comenzaron a engordar y la vieja ya pensaba en hacer un banquete con ellos, para todo este tiempo el loro paraba siempre conversando con los niños y les tenia cariño así es que les contó los planes de la Minyula así es que les dio un rabo de ratón para que cuando les pidiera el dedo meñique le presentaran el rabito delgado.
La Minshula al ver el rabito pensó que aun faltaban engordarse mas es así que siguió alimentándolos, pero un día los niños perdieron el rabito de ratón que el loro les había dado y no tuvieron mas remedio que enseñarles su dedo meñique.
La vieja Minshula al ver que sus dedos estaban gordos decidió avisar a sus hijos para que acudieran en la mañana y se los comieran. El loro acudió otra vez a ayudar a los niños y les dijo que cuando la Minyula los saque y les quiera hacer subir por la escalera diciéndoles que arriba hay muchos dulces se nieguen a hacerlo y que finjan que no saben como subir esas escaleras, que les muestre como puede ella subir hasta arriba y que cuando este al final, debían voltear la escalera por que debajo había un perol con agua hirviendo.
Los niños hicieron todo lo que el loro les dijo, y es así que la vieja Minshula cayó en el perol de agua hirviendo, los niños al ver que la vieja bruja murió decidieron huir. En la mañana llegaron los hijos contentos por el banquete que se iban a comer pero se dieron cuenta que la que estaba en el perol era su madre y no los niños.
Los hijos llenos de rabia decidieron seguirlos para vengar la muerte de su madre, cuando estaban a punto de alcanzarlos el loro paso volando sobre los niños y les arrojo una bolsa que pertenecía a la Minyula la cual contenía un jabón, un peine y un espejo. Los niños tiraron el jabón por donde habían pasado y la ruta se convirtió en un lodoso camino por lo cual los hijos de la Minyula no pudieron seguir, es así que los niños pudieron alejarse nuevamente, sin embargo después de mucho esfuerzo los hijos de la MInshula lograron atravesar el problema y estuvieron a punto de alcanzar a los niños pero ellos arrojaron el peine al suelo y la ruta se convirtió en un mar de espinas las cuales lograron alejar a los hijos de la Minyula.
Pero estos ladinos cambiaron de camino y es así que de nuevo casi sorprenden a los niños, estos tiraron al suelo el espejo que cuando se quebró se convirtió en abismos imposibles de atravesar.
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