
En la actualidad
hay fiestas y reuniones de gente que disfruta las corrientes oscuras y macabras
sin ser seguidores del mal en si sino afianzándose en este mundo paralelo al de
la gente común, el otro lado de la moneda, lo curioso del caso es que gente
selecta, apreciadores de las sombras, artistas oscuros y personajes de la noche
quienes podrían ser ante la vista de cualquier observador una persona como
cualquier otra, pero en realidad eran seguidores de esta corriente ajena al mundo
trivial, pero esta historia no es de este siglo sino del siglo XIX.
Al estar a punto
de ingresar al local, un ¡Bienvenido, oh viajero fatigado, al reino de la
muerte! ¡Entre! ¡Escoja su ataúd y siéntese a su lado!, era la frase de
bienvenida que se daba a los visitantes del Cabaret du Néant, así se les dirigía
a acomodarse en su sala de intoxicación rodeado de velas, ataúdes o esqueletos
los cuales te acompañaran en esta velada rozando los límites de la vida y la
muerte.
Estos extraños
lugares aparecieron en Paris los cuales estaban en el mismo tiempo de los
conocidos Moulin Rouge o el Folies Bergere, sitios donde el jolgorio y la diversión
parecía ser el lugar preferido por la gente en general, pero a finales del XIX
extrañas corrientes circulaban a la par en contraparte a la diversión de la
sociedad parisina. Las clases más altas en Europa disfrutaban de este
acercamiento a la muerte y al ocultismo, poco a poco se fueron creando lugares
donde pudieran encontrarse gente con la misma tendencia a la rarologia,
sesiones espiritistas apareciendo poco a poco estos cabarets.
En esta publicación
mencionamos al Cabaret du Néant, cabaret de la nada o de la muerte, pero existían
otros como el cabaret de l´enfer o el Cabaret du Ciel, que también tuvieron su
apogeo en esta época. Este cabaret de la muerte fue fundado en el año de 1892
por un personaje llamado Dorville, el local se ubicaba en el Boulevar de Clichy
número 34 en Paris, el local estaba distribuido en diferentes salas a las
cuales oscuros pasillos guiaban a sus visitantes, los nombres de la sala y su decoración
estaba relacionado a las actividades y espectáculos que ahí se realizaban.
Tenemos así a la
sala de intoxicación que era el bar del cabaret con una decoración donde las
mesas eran ataúdes, las paredes estaban pintados de tonos oscuros con calaveras
y macabras estatuas, solo tenues velas iluminaban la estancia dando todo el
conjunto un aire cargado y siniestro.
En la sala de desintegración
se representaba diversos espectáculos, claro que todos tenían que ver con la
muerte. Del espectáculo más sonado estaba el “Pepper´s Ghost” en la cual una
persona del público se volvía en un esqueleto ante la sorpresa de todos, claro
que el truco se hacía con espejos y demás, muy bueno para la época.
En otras salas también
se hacían espectáculos parecidos como en la cueva de las ofensas o en la cueva
de los espectros donde los espectáculos tenían nombres curiosos pero que
encajaban en este ambiente como “el fin del mundo”, “el cabaret ruidoso”, “viaje
a Liliput”, “la rata muerta” o “los rayos x” y aunque los artistas oscuros que ahí
ejercían tenían cierta fama, a veces hacia la aparición personajes que la gente
en verdad creían que eran apariciones o personajes que no eran de este mundo, también
la muerte próxima de sus actores hacia más tétrica toda esta historia.
Un interesante
lugar como parte de la sociedad existente, en nuestra actualidad también deben
existir lugares parecidos pero solo en círculos especiales, en fin ¿alguien
desea un café?
Las imágenes que
se muestran fueron encontradas en la red, tienen sus autores y/o dueños, solo
se han colocado como información y guía del tema que estamos tratando.
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