lunes, 14 de octubre de 2013

Civatateo y Cihuateteo mitos aztecas

En los antiguos mitos mexicanos existen varias entidades vampiricas quienes por malas circunstancias, las oscuras fuerzas de la noche las reclamaron como suyas, así es el caso del Civatateo, un no muerto que vuelve a los humanos con oscuros propósitos y de la misma forma que el Cihuateteo.


El Civatateo es una bruja vampira que ha sido reclamada como un agente de dos deidades lunares en la mitología azteca tezcatlipoca y Tlazolteotl, en vida hubieron mujeres de la nobleza que estando embarazadas y en el momento del parto murieron junto a sus hijos y a pesar que el antiguo pueblo azteca veía el parto como una batalla personal y honraban a las mujeres que pasaban por esa etapa aquellas quienes morían se decía que volvían a la vida como Cihuateteo que en Náhuatl significaba “mujeres diosas” espíritus femeninos (de origen totonaca), los cuales honraban como verdaderas heroínas, pues fueron reclamadas por la entidad Cihuacóatl y se decía que directamente eran enviadas del inframundo; pero este no era el caso del Civatateo quienes no eran honradas.

El Civatateo y el Cihuateteo al volver de entre los muertos presentaba la piel pálida y arrugada con el rostro y las manos cubiertas con ticit que es un tipo de tiza, con un penacho de plumas, orejeras grandes,  vistiendo una tela rasgada que mostraba imágenes de huesos y calaveras, muy semejante al lamiai de la antigua Grecia o al lansuyar de Malasia(extrañas coincidencias) siempre al acecho de presas con un gusto especial por los niños y a los cuales después de alimentarse de ellos quedaban paralizados muriendo en días posteriores por alguna enfermedad degenerativa en apariencia.  También hubo casos en que algunos hombres en relatos antiguos mencionaron haber tenido encuentros amorosos con una mujer con quienes se encontraron en los caminos por la noche al parecer dejándola embarazada y con ello creando futuras criaturas vampíricas.

Los pueblos aztecas aprendieron a protegerse de estas entidades demoniacas ofreciéndoles jugosos manjares en los cruces de los caminos adornados con postres de fantasía y generalmente con forma de mariposas que eran su preferida y les llamaba la atención, así contenían el apetito por los vivos y protegían a sus hijos saciando al maligno.

También esta técnica de ofrecer postres tenía otra intención y era distraer a esta oscura entidad hasta que la luz del sol llegase a ella destruyéndola por completo.

Una forma inconfundible de saber que un Civatateo o un Cihuateteo se encontraban cerca era cuando cerca a algún cruce de caminos, un antiguo santuario o templo abandonado y afín, se escuchaba el llanto de una mujer que al parecer sufría por la pérdida o desaparición de sus hijos, con la llegada de los españoles el mito antiguo siguió su evolución hasta ser el ente que ahora conocemos como la llorona.

Al Cihuateteo también la conocían como Cihuapipiltin.


Las imágenes fueron encontradas en la red, tienen sus propios autores y/o dueños, solo se han colocado como información y guía del tema que estamos tratando.
Si te agrado este articulo, no olvides suscribirte a la página Aquí



0 comentarios: