
Muy enamorada la enfermera lo despidió y como siempre fue a
trabajar ya que le tocaba guardia nocturna, para desgracia del novio su bus sufrió
un accidente de tránsito muriendo la gran mayoría de los que se encontraban
viajando entre ellos el joven médico.
La mala noticia llego en unas horas después a la que hasta
ese momento era una feliz novia, sus compañeras permanecieron a su lado
intentando acompañarla en todo momento pero no duro mucho tiempo, la guardia y
el cuidado de los enfermos del hospital hizo que descuidaran a su amiga que seguía
en estado de shock.
En ese tiempo se estaban construyendo nuevos pabellones en
el Hospital Loayza, pero por las noches el equipo y las maquinarias de construcción
se encontraban reunidas en un área específica en el primer piso, en un momento
de descuido la novia enfermera que trabajaba en los pisos superiores se dirigió
hacia la ventana más próxima y se aventó al vacío esperando acabar con su vida.
Ciertamente la caída no la hubiera matado ya que se había lanzado
de un segundo piso sin embargo para su mala suerte se había lanzado sobre la
zona de herramientas de construcción cayendo sobre unos fierros que se alzaban
como lanzas y alambres que se templaban formando verdaderas navajas, la
enfermera al caer coincidió con esta ubicación y literalmente su cabeza fue
cercenada del cuerpo acabando así con su sufrimiento.
La historia fue contada en los medios de la época y después quedo
como un triste recuerdo del Hospital Loayza sin embargo con el paso del tiempo
otras nuevas aparecerían a raíz de esta, pues antiguamente las enfermeras
trabajaban con trajes blancos y portaban capas azules. Los pacientes de este
hospital muchas veces dicen que han sido muy bien atendidos cuando se
encontraban convalecientes, anestesiados o casi inconscientes por una enfermera
que lucía un traje muy blanco con una capa de terciopelo azul cuando en la
actualidad este ya no es el uniforme, a pesar que muchos la han visto lo
extraño es que nadie parece haber podido verle el rostro, el único recuerdo que
tienen es de los hombros hacia abajo pues la parte de la cabeza se pierde en la
oscuridad o es que tal vez sea que le falte esta, es cuando entonces comienza a
contarse la historia de la enfermera sin cabeza que aun vaga por los pasillos
del Hospital Arzobispo Loayza.
Las imágenes fueron encontradas en la red, tienen sus
propios autores y/o dueños, solo se han colocado como información y guía del tema
que estamos tratando.
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1 comentarios:
Es básicamente la leyenda mexicana de la planchada, solo que en esta le agregaron que no tiene cabeza.
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