miércoles, 2 de julio de 2014

La casa encantada de Lunahuana

A quince kilómetros de Lunahuana al costado del camino de Uchupampa a Catapalla en el distrito de Cañete en la región Lima existe una construcción la cual esta remodelada a medias a la cual los lugareños llaman La casa blanca o “la casa encantada” veamos mas de esta historia.


En la actualidad Lunahuana es un destino obligado para quienes gustan de los deportes de aventura, campismo y trekking, siempre repleto de turistas es por esto que la fama de la casa encantada de Lunahuana creció ya que en Halloween se hacen fiestas en la cercanía del lugar, nunca en el interior de la casa ya que los pobladores advierten que ingresar a ella es bajo la responsabilidad del visitante, incluso ahora es una atracción del lugar siempre observada a la lejanía.

La historia nos dice que en el siglo pasado en la guerra con Chile, Cañete fue atacada (1881) por los soldados chilenos, en ese entonces un hacendado que bien la historia baraja su origen entre peruano o italiano construyo una residencia en la cual habitaba él y su familia. Los soldados masacraron al pueblo y quemaron sus viviendas incluyendo a la familia del hacendado.

Sin embargo no toda su familia murió pues su nieta llego unos años después y al haber heredado la casa fue para ocuparla con su nueva familia, sin embargo no conto con que al parecer el alma de sus antiguos ocupantes que ahí murieron no descansaban en paz, ruidos extraños, sonidos de caballos ahogándose, lamentos, voces, luces y demás fenómeno paranormal ocurrían en distintas partes de la casa.


La nieta no aguanto mucho tiempo y huyó del lugar junto con los suyos dejando la propiedad abandonada por mucho tiempo, pero al parecer tuvo nuevos propietarios que estuvieron interesados en el lugar pues el pueblo vio como comenzaron a hacer mejoras y nuevas obras en la construcción, al preguntar a los trabajadores dijeron que iba a ser un nuevo hotel sin embargo, nadie sabe porque dejaron las obras a medio hacer, por las refacciones de la antigua residencia del siglo XIX no queda casi nada de la casona original pero aun así su historia sigue.

Cuando poco a poco Lunahuana comenzó a verse como un destino turístico, se unió una historia más, al parecer unos campistas de la ciudad de Lima eligieron este destino para pasar parte del verano, llegando por la noche sin ver ningún lugar abierto a esa hora, excepto una fiesta o reunión en una casa. Contentos de tener un lugar al cual ir para hacer tiempo hasta que amanezca entraron al lugar para bailar y departir pues desde afuera se veían luces, voces y música, toda una gran festividad.

Pero al ingresar al lugar todo se apagó de golpe, la gente, la música el ruido en general todo desapareció dejando ver las ruinas de la casa como estaban, los chicos salieron huyendo de susto y uno salto hasta la pista que cruza frente a la casa donde murió atropellado por un auto a gran velocidad.

Sin embargo esto no hizo más que aumentar el morbo de la gente por la casa encantada van a visitarla durante el día, en sus cercanías algunos jóvenes turistas y campistas se atreven a hacer sesiones de ouija y espiritistas, incluso se dice que algunos se atreven a hacerlas dentro hasta en la noche pero al parecer solo son versiones fantasiosas pues nadie se atreve a ingresar por la noche en esta casa.


Los pobladores ya la han tomado como un centro turístico pintándola de color blanco y advirtiendo a la gente sobre la condición de esta casa, la condición de “casa encantada” de Lunahuana.
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6 comentarios:

Unknown dijo...

Esta semana iremos con un grupo de alumnos a conocer Lunahuana y su famosa acasa encantada.Pensamos pasar un momento agradable.Gracias por este relato.Me servira mucho para complementar el interes del recorrido.

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Hola

Equipo 5 dijo...

Justamente ire mañana a lunahuana y veremos esa famosa casa embrujada

Anónimo dijo...

hace dos dias estuve en lunahuana y visite en horas de la noche dicha casa encantada y la verdad no vi, ni oi nada fuera de lo común

Anónimo dijo...

Fui a esa casa durante una visita de estudio en la secundaria. Apenas pude soportar ingresar unos metros, porque de por si el ambiente es muy pesado, y terminó afectandome directamente. Después de eso estuve una semana enfermo, nada podía curar ese malestar hasta que me llevaron con una curandera. Tuvieron que pasarme cuy negro para librarme de aquello que se aferró a mi al ingresar a ese lugar.