viernes, 5 de junio de 2015

La Leyenda del arpa antigua

Una antigua leyenda china nos cuenta que una vez existió un músico muy virtuoso llamado Boya, el cual lograba que su arpa sacar notas que prácticamente era una delicia para los sentidos, sin embargo él podía sentir que nadie apreciaba realmente su arte, un artista incomprendido.



Boya se sentía solo en el mundo, sin embargo la historia nos cuenta que una noche clara de luna llena, el músico se dirigió al rio a tocar su arpa. Pero este instrumento musical no era un arpa común, era un regalo de sus antepasados que además se decía que poseía una antigua magia. Boya estaba advertido pues cuando una cuerda se rompiera en algún momento que la esté tocando es porque alguien en verdad estaba apreciando las notas como ninguno.

En ese momento en que estaba tocando en el rio en la parte más intensa de la canción una cuerda del arpa se rompió, Boya sabiendo lo que esto significaba se giró sorprendido para ubicar que magnifico oyente tenia de público, sin embargo tuvo una primera desilusión al observar a un leñador de aspecto tosco, al parecer muy rudo sin refinamiento alguno de pie entre los árboles, Boya dudo que un hombre así pudiera entender en verdad su música.

El leñador al darse cuenta que había interrumpido, se disculpó diciendo que se encontraba rumbo a su casa cuando escucho una música hermosa, se acercó a apreciar de donde provenía y quien la tocaba y ya no pudo irse pues jama sabia experimentado una sensación tan hermosa que hizo que sintiera que todos sus sentidos despertaban.

Boya se sorprendió de lo que escuchaba sin embargo no podía dejar de sentirse alagado así que decidió invitar al leñador a su casa, donde en un momento ya estaban charlando amenamente sobre música, temas musicales e incluso tocando piezas y tocadas conocidas. El momento fue muy grato para ambos tanto así que los sorprendió el amanecer y se dieron cuenta que la noche paso volando, por las actividades de cada uno no se podían encontrar hasta cierto tiempo sin embargo quedaron para volverse a reunir después de un año en el mismo lugar del rio a la misma hora.

Fue asi que el tiempo paso, la esperanza de Boya en su música creció en ese tiempo, una inspiración que le impulsaba a seguir progresando y después de un año volvió al rio, al lugar del punto de encuentro para cumplir la promesa a su colega, al llegar primero lo espero y para que el leñador se guiara toco las melodías más inspiradoras, sin embargo las horas transcurrieron y el amigo no llego.

Espero hasta el amanecer esperanzado en que solo fuere un retraso sea lo que impedía llegar a su amigo a la reunión, pero no apareció, extrañado se dirigió a donde creía estaba su casa encontrando a un anciano en bastón en el lugar, al intercambiar palabras el anciano reconoció ser el padre del leñador.

Mas tuvo que decirle la pena que lo embargaba, su hijo había fallecido recientemente, conto que un día hace un año llego a casa muy asombrado con una novedosa idea, decidió dedicarse a la música en cuerpo y alma, sin embargo su esfuerzo fue demasiado por llegar a dominar técnicas difíciles que al final quebró su ser, el cuerpo no pudo resistir y enfermo.

Boya no lo podía creer, el anciano lo llevo a la tumba de su amigo que se encontraba justamente en el lugar del rio donde se conocieron y que en la noche no pudo darse cuenta por la oscuridad del lugar, al parecer sus último deseo fue ser enterrado en ese lugar, es decir el leñador cumplió con su promesa de estar a tiempo en el encuentro.

El joven totalmente desolado comenzó a tocar su arpa la cual formulo piezas desgarradoras cargadas de un hondo sentimiento de tristeza como si formulara un alarido, en este estado la angustia y la pena se apodero poco a poco de Boya, tanto así que al terminar esa triste melodía lanzo el arpa contra el suelo rompiéndola en mil pedazos.


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