jueves, 12 de mayo de 2016

Black Annis la bruja antropófaga de Escocia

Algunos autores hablan de Black Annis en sus obras, pues se cree que esta deriva de una deidad celta o prehistórica venida a menos y hasta se comenta que se mantuvo viva en Leicester hasta mediados del siglo XX.


Todo lo malo se unió en este ser, desesperación, terror, oscuridad... la materia de la que está hecha Black Annis es la misma que nutre las pesadillas, y se mezcló hasta que abrió sus odiosos ojos. Esta Ogresa diabólica con aspecto de vieja bruja, piel azulada, dientes largos y un solo ojo, criatura asquerosa que se deleita desgarrando carne humana, especialmente la de los niños que atrapa en el bosque. Y después de comérselos crudos, esparce los huesos por el monte y cuelga de las ramas de los árboles las pieles vacías como marcando su territorio.

Su morada se encuentra en las Danehills, condado de Leicester (Inglaterra), en una cueva que ella misma construyó profanando la roca con sus poderosas garras de acero. La entrada prácticamente invisible es debido a un arbusto de afiladas púas que la tapa, junto ahí crece un roble viejo en el cual se oculta, aguardando a que pase por debajo algún niño, o si el hambre aprieta algún cordero descarriado, sobre el que arrojarse.

Durante ciertas noches, (terroríficas para los habitantes de Leicester), Black Annis abandona la proximidad de su cueva para asediar las casas. Prueba las cerraduras de las puertas e introduce su brazo por las rendijas de las ventanas, demasiado estrechas como para que ella pueda pasar. Afortunadamente, el rechinar de sus dientes o sus aullidos ponen en alerta a los habitantes de la casa, que se juntan en el centro del salón, esperando a que la bruja se dé por vencida. Y, aun así, tristemente a veces faltaba algún niño por la mañana...



Cuando no conseguía ninguna presa humana en las casas de campo, Black Annis saciaba su hambre con el ganado o, en otro tiempo, subía a acechar las cámaras subterráneas del castillo de Leicester. Según se decía, su madriguera conectaba con ellas a través de un largo túnel.

Además de permanecer en Leicester, Black Annis ha sido vista también en los páramos y las laderas de las Tierras Altas de Escocia, a la entrada de alguna cueva, sentada sobre un montón de huesos, que era lo único que quedaba siempre que una partida de batidores retornaba al lugar para darle caza. La ogresa se había marchado en busca de territorios más propicios por temporadas.

Tampoco en Leicester tenían mejor suerte. Hasta finales del siglo XVIII todos los domingos de Pascua se realizaba allí una batida con perros sabuesos en la cual se empleaba como señuelo un gato muerto bañado en anís. La cacería tenía un carácter simbólico y no hay noticias de que la bruja apareciese.

En el transcurso del tiempo el recuerdo de este ente se ha mantenido en la memoria ya que inicialmente pertenecía a Anu una diosa celta que podía adoptar distintas formas sea anciana, doncella o madre, el recuerdo de esta diosa permaneció en el olvido hasta que una monja dominicana llamada Agnes Scott, que ayudaba en una colonia local de leprosos y que vivía una vida de oración en una cueva en Dane Hills, murió y fue enterrada en el patio de la iglesia en Swithland. Su historia fue distorsionada por la gente del lugar para asustar a los niños, aduciendo su proximidad con los q padecían lepra. En la época victoriana la historia de la monja Agnes o Annis se fundió con las leyendas celtas resultando en el antiguo ente celta que si existió en un tiempo y que ahora se presentaba como una bruja.


En cualquier caso, la leyenda continúa…


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