La fuente de la Xana

Asturias en España en el siglo VIII estaba bajo la monarquía del rey Mauregato, quien se había comprometido con el reino de los musulmanes a entregarles cada año 100 doncellas para desposarse. Las calles eran recorridas por guerreros quienes elegían las mejores doncellas, el rey era quien había dado orden de elegir a las más bellas las cuales eran posteriormente entregadas.

Los guerreros se enteraron de que en Illas lo que ahora se conoce con el nombre de Avilés vivía una joven muy bella, sin esperar se dirigieron ahí para ir por ella. La joven se llamaba Belinda quien no sospechaba de las intenciones de los guardias, para ella eran visitantes y por eso los recibió con amabilidad, pero llegado el momento se conoció la verdadera naturaleza del grupo de soldados y la capturaron. Sin embargo Belinda consiguió gracias a sus encantos que los soldados se sientan interesados por danzas y cantos que ella realizaba en el campo abierto a la luz de la luna. Los guerreros quisieron verla ejecutar dicha danza y también escucharla cantar así que accedieron.

La joven en el campo hizo un amague y corrió desesperadamente hasta una fuente cercana donde esperaba esconderse para así burlar a sus captores. Sin embargo sabía que no pasaría mucho tiempo en que la encontrarían, pero nada podía hacer, solo esperar.

De pronto de la fuente, ella escucho una voz que salía de su interior y decía:

- "Si quieres ser tu mi xana vivirás días dichosos".

La joven escucho esas palabras, y decidida pregunto que debía hacer para convertirse en Xana, de pronto se escuchó de la fuente:

- "Bebe un sorbo de mi agua, y te verás libre de los soldados y acabarás con el tributo".

La joven bebió un sorbo y de pronto su cuerpo cambio, transformándola, si antes era bella ahora tenía una belleza sobrenatural.

Los soldados llegaron y lujuriosos por el cambio, se acercaron con la intención de volver a capturarla, sin embargo Belinda ahora convertida en joven xana la miro con sus increíbles ojos verdes en un parpadeo todos los soldados se convirtieron en carneros.

Varios días pasaron en que el rey no tuvo noticias de sus soldados enviados a Illas, junto otro regimiento y los mando para saber que sucedida sin embargo estos tampoco volvieron. Alarmado por lo que pudiera estar pasando junto a todo el ejército con él a la cabeza y fueron rumbo a Illas.

Al llegar al lugar una gran manada de ovejas y carneros le daban la bienvenida pastando apaciblemente en un campo el cual rodeaba una fuente, se fijó en una joven demasiado hermosa para su salud que estaba sentada a un lado hilando blancos copos de lana.

El rey se percató en un instante que la joven no era tal sino un ser sobrenatural y le pregunto si ella había visto por la zona a sus soldados, la xana le respondió que él no había enviado soldados sino corderos.

El rey enfurecido le dijo:

- "Repito que eran soldados, como los que vienen detrás de mí", -a lo que la xana contesto burlonamente:

- "También son corderos, y tú puedes ser el pastor".

El rey se volvió y vio que donde había estado su ejército ahora había un rebaño de mansos corderos, de pronto se fijó en el mismo y vio que sus lujosas ropas habían desaparecido y en su lugar pobres prendas le abrigaban.

El rey asustado suplico a la joven xana que deshiciera el hechizo y que el prometería cumplir con lo que ella deseara. La xana pidió que ya no hubieran más tributos de jóvenes doncellas al reino musulmán cosa que el rey acepto, rápidamente envió un mensaje al reino musulmán para que le transmitiera que el pacto quedaba roto ante la imposibilidad de cumplirlo.

Desde ahí no hubo más cacerías de doncellas, con el paso del tiempo Illas fue llamada Avilés y cerca a esta aún se encuentra la fuente de la xana para lo que quieran visitarla.

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