
Sin embargo
la muchacha entre esos campos libres y hermosos conoció a un joven, era extraño
ya que los vecinos más cercanos estaban a cierta distancia y la mayoría eran
conocidos, pero el joven era apuesto y llamo la atención de la chica. Siempre vestía
igual, de camisa blanca, traje negro y un sombrero a juego, después de varios
encuentros ellos se hicieron buenos amigos.
En uno de
esos encuentros mientras los animales pastaban tranquilamente, los jóvenes estaban
jugando cuando en eso, el muchacho le dice a la joven que lo cargue y lo lance
al aire y que luego él le haría lo mismo a ella. Cuando le tocó el turno a la
joven esta consiguió remontar vuelo y no lo podía creer, el joven que estaba
mirando espero este momento y estiro los brazos mientras corría hacia donde
ella estaba volando y salto. Su cuerpo se transformó sus brazos crecieron hasta
convertirse en alas y así en el aire se llevó a la joven a su nido pues este
era un cóndor que se había transformado en humano.
Allí vivió
la joven con el cóndor quien se convirtió en su pareja e incluso tuvieron un
hijo, sin embargo esta poco a poco comenzó a extrañar a su padre, a sus
animales y a la vida que había dejado atrás, hasta el punto que el recuerdo se volvió
insoportable. Trato de convencer a su pareja de que le permitiese volver a su
casa pero el cóndor se negó rotundamente.
En esos días
mientras la nostalgia hacia mella en ella, vio un picaflor que a diario se
acercaba a probar el néctar de unas flores cerca del nido del cóndor, cuando
estuvo cerca de ella, la muchacha le pidió ayuda para poder escapar de ahí. El
picaflor accedió y le dijo que esa misma noche iría a ver a su padre en su
antigua casa y le diría donde esta para que él pueda ir y rescatarla a ella y a
su hijo, con la condición de que le permitiera quedarse con todas las flores
del jardín de su casa.
En esa
noche el picaflor fue volando a la casa de la joven y se presentó al anciano a
quien le contó el paradero y la ubicación exacta de donde estaba la joven, de
esta manera ambos se dirigieron al barranco donde estaba el nido del cóndor. En
el viaje el picaflor le dijo que necesitarían un burro viejo y dos sapos si querían
tener posibilidad de recuperar a su hija.
Con todo
listo primero en el fondo del barranco depositaron al burro para que sea la
victima del cóndor y este se acerque a comer. Mientras este estaba distraído el
anciano y e picaflor ayudaron a su hija a salir del nido pero dejaron a los dos
sapos dentro, así escaparon silenciosamente.
Mientras el
cóndor comía y los demás escapaban, el picaflor se acercó al cóndor y le dijo
que algo extraño había pasado pues su mujer y su hijo habían sido transformados
en sapos por algún extraño maleficio. El cóndor alzo el vuelo y regreso a su
nido donde encontró a las dos criaturas dando saltos, la pena le lleno el corazón
y quedo tan afectado por el dolor de la perdida que desde ese momento decidió
que prefería la soledad de esos lugares por el resto de sus días.
El picaflor
regreso a la casa de la joven y obtuvo su recompensa, todas las flores del
amplio jardín familiar en agradecimiento por su ayuda.
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que se muestran fueron encontradas en la red, tienen sus propios autores y/o
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tratando.
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