
Normalmente son invisibles a nuestros ojos sin embargo en su
poder está el adquirir forma física presentándose como unos diminutos seres
humanoides que te pueden llegar a las rodillas en su forma más alta, vestidos
tradicionalmente a la usanza maya.
Existen varios relatos mostrando sus diversas naturalezas e
interacciones con los hombres, algunos refieren que por las noches cuando todos
duermen, ellos salen de sus guaridas y recorren los campos, se ven como niños
pequeños, que van por todos lados, se tiran piedras, juegan entre ellos, hacen
travesuras, se roban el fuego y molestan a quienes se crucen con ellos.
Rehúyen a la presencia del
hombre, por eso cuando un humano despierto se cruza en su camino ellos
se alejan, a veces tranquilamente a veces en tropel. Sin embargo cuando se
encuentran con el fuego vivo ellos lo rodean y bailan a su alrededor cuando no
los ven, más si alguien hace ruido al sentir su extraña presencia, ellos huyen
y se esconden a menos que quieran alborotar al que se acerca sin invitación.
Los antiguos mayas decían que no son seres malos si se les
trata bien, corresponden a la bondad y al respeto de buena manera, con su poder
alejan los malos vientos y las plagas; pero si alguien les trata mal ellos
tratan muy mal, roban las cosechas y hasta las semillas e incluso bailan y
pisotean las matas y brotes que recién están germinando o ya creciendo.
Les gusta recibir regalos y ofrendas como comidas y
cigarros, hay algunos que no son tan buenos y suelen vagar por los bosques,
cuando se encuentran con alguien se presentan y piden una ofrenda, al no ser
correspondidos, suelen perseguir trayendo el mal a los que los ofendieron
causando estragos o trayendo enfermedades e incluso presentarse de forma
agresiva si las ofensas a ellos llegan a ser más graves, sacuden tu hamaca en
la hora del sueño, lanzan piedras a sus mascotas, provocan fiebres o vómitos
solo con pasarles la mano por el rostro.
Los antiguos mayas creían que los Alux eran convocados
cuando alguien levantaba un altar para ellos conocida como kahtal alux o
"la casa del alux", a partir de ahí durante siete años los aluxes
ayudaban a hacer germinar el maíz, traían buenas lluvias y cuidaban el campo
por las noches.
Si los aluxes que están cuidando un campo, descubren que
alguien intenta robar frutos u otro afín, propinaran una paliza a los ladrones
y finalmente volverán a unir los frutos que hayan sido arrancados al mismo
brote que fue cortado. Son buenos cuidadores ya que se dice que ellos no suelen
dormir, y cuando lo hacen duermen con los ojos abiertos que siempre vigilan
mientras su mente descansa.
Los mayas actuales aún siguen creyendo en los aluxes asi
como sus antiguos antepasados, tienen formas de lidiar con ellos y después de
conjurarlos para que los ayude pasados los siete años, el granjero maya suele
cerrar su granja como puertas y ventanas para que al terminar el día selle al
alux dentro, pues si no lo hace se podría perder el control del alux y este podría
incluso comportarse de forma agresiva con sus antiguos benefactores.
Las imágenes que se muestran fueron encontradas en la red,
tienen sus propios autores y/o dueños solo se han colocado como información y guía
del tema que estamos tratando.
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