
Para los antiguos habitantes de Irlanda el Dullahan era la
muerte misma, portando su cabeza decapitada en su mano que brilla en la negrura
de la noche o llega a tonos como de los fuegos fatuos, la medianoche es su hora
preferida cuando todo está más oscuro, con ese brillo atrae a viajeros
solitarios que están entre los caminos y campos de Irlanda y no importa que tan
oscuro es el lugar, pues posee una visión sobrenatural con la que puede
observar todo a lo lejos.
Normalmente es descrito de género masculino, pero en algunas
versiones algunos lo han descrito como una mujer decapitada, en cualquier caso
siempre monta un corcel negro como la noche que al cabalgar sacan chispas de
sus cascos en cada pisada. Puede llevar entre sus cosas armas y armaduras así
como un látigo hecho con una columna vertebral humana, con la que ataca a
aquellos curiosos que en sus escondites se atrevan a observarle o a aquella
pobre alma que por casualidad se ha cruzado con este ente del mal.
Y es que entre las creencias sobre Dullahan, se menciona que
esta terrible y poderosa entidad tiene aversión a dos cosas, a que lo observen
y al oro, por ello quienes se arriesguen a viajar por los oscuros caminos de
Irlanda deberán llevar consigo este metal si desean volver con vida en un
posible encuentro con él.
Existen versiones donde él está dirigiendo una carreta
personal que está adornada como si fuera una carreta funeraria, es decir con
velas sobre unos cráneos que iluminan, las ruedas están hechas de huesos y casi
toda la carreta cubierta con una especie de tela pero que en realidad es piel
humana pálida y de un color horrible.
Siempre cargando su cabeza la cual tiene un aspecto desastroso
pues la piel de ella parece queso mohoso y asqueroso, con los ojos observando
todo y la boca en constante gesticulación. Cuando el Dullahan no está vagando
por caminos inciertos sino que va cabalgando con prisa hacia un lugar se dice
que está por recoger un alma que está a punto de morir y que su alma será recogida
por el, al llegar al lugar llama por el nombre de la persona y esta perece en
el lugar inmediatamente.
Pueda ser que alguien haya mencionado que esta fantasmal encarnación
del mal sea una representación del antiguo dios celta Crom Dubh, quien en la antigüedad
exigía sacrificios humanos anuales y quien era venerado hasta bien entrado el
siglo VI. Después de eso al bajar su veneración volvió con un aspecto más
terrenal para buscar nuevas almas humanas, claro todo esto si crees en los
mitos, si van a Irlanda mucho cuidado, no se olviden de portar oro y bueno con
eso encima disfruten su viaje.
Las imágenes que se muestra fueron encontradas en la red,
tienen sus propios autores y/o dueños solo se han colocado como información y guía
del tema que estamos tratando.
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