
En la tribu Cherokee cuando un muchacho cumplía 14 años, debía
cumplir el ritual del paso a convertirse en hombre en una ceremonia en
solitario.
Para ello su padre era el encargado de vendarle los ojos y
llevarlo al bosque, así mientras iban a algún lugar propicio como el tronco de
un árbol, este lo sentaba a los pies y le decía:
- Hijo tendrás que pasar toda la noche sentado en este tronco, no puedes sacarte la venda de los ojos hasta que sientas el calor del sol en tu piel.
Y de esta manera se alejaba dejándolo al muchacho
completamente solo sentado en el tronco.
El muchacho estaba consiente que no podía llorar, ni pedir
por ayuda, debía estar callado y resistir, a pesar del inminente peligro que
pudiera estar rodeándole e incluso al sentir en algún lugar el ruido de los
animales toda la noche, no podía tampoco sacarse la venda de los ojos. Así, de
esta forma era la única manera de llegar a ser hombre.
Al final en la mañana cuando sentía el calor del sol sobre
su piel, entonces es cuando se sacaba la venda de los ojos y allí a cierta
distancia frente a él, sentado bajo un árbol estaba también su padre, quien había
pasado toda la noche cuidando a su hijo.
Este es el gran secreto Cherokee que ningún joven conocía,
de esta manera ellos nunca sabían que sus padres nunca los dejaban solos en el
bosque, pero se hacían hombres no por ser fuertes, ni por ser valientes, sino porque
al termino del día y al sacarse la venda comprendían en ese instante el
significado de la lealtad y de la familia.
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del tema que estamos tratando.
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