jueves, 15 de diciembre de 2016

La muerte y yo, un relato personal

Voy a compartir algo que me ocurrió en el 2005 y por el cual aún es un misterio por una parte que sabrán más adelante, soy el creador de esta página de Historias y Relatos, normalmente me dedico a recopilar las historias y leyendas que encuentro pero en esta ocasión les compartiré una experiencia personal.



A mi casa fue una señora amiga de la familia y se quedó a dormir en el cuarto que compartía con mi hermano en el segundo piso, mi hermano y yo fuimos a dormir a la sala y esa noche vimos como cierre una película japonesa llamada “Ichi The killer”, algo de acción, gore y demás.

Al terminar de ver apagamos todo, mi hermano dormía en el sofá de la sala y yo en un colchón de esponja en el suelo, estuvimos conversando por un rato mientras el sueño llegaba. Nuestra ubicación era la siguiente, yo estaba casi en el centro de la sala a mis pies estaba el televisor en un estante y atrás de él un ventanal que da al jardín trasero y por el cual se puede acceder por una puerta de vidrio que estaba a mi izquierda, mi hermano estaba en un sofá a mi derecha pegado a la pared.

Bueno fue entonces que ocurrió lo siguiente, aún estábamos hablando cuando mi hermano se da la vuelta mirando a la pared, yo estaba cerrando los ojos, mirando distraídamente hacia la puerta de vidrio del jardín y observo que una bolsa negra está siendo movida por el viendo y esta se estrellaba en la puerta de vidrio, afuera había luz por el alumbrado de la calle, se veía bien el exterior, sin embargo lo que paso a continuación y que cambiara toda la tranquilidad del momento fue lo siguiente.

La bolsa que era movida por el viento se elevó hasta una altura donde estaría la cabeza de un hombre alto y de ahí se extendió o debería decir “estiro” hasta el piso formando la silueta de un hombre con capucha apoyado en una vara o palo al mejor estilo de Gandalf solo que esta vara era como si fuera un palo de escoba recto sin curvas.

Yo me asuste y mi primera reacción fue por llamar a mi hermano que estaba a un metro de donde estaba echado, pero no me respondió sin embargo lo escuchaba respirar, la figura oscura detrás de la puerta de vidrio estuvo unos segundos ahí de pie y avanzó; mas esta parecía como si fuera etérea pues no hizo contacto con el vidrio y lo atravesó sin problema.

Yo viendo eso, se me salió una buena lisura y volví a llamar a mi hermano, este no respondió, la figura sombría avanzó hasta que se ubicó a mis pies justo delante del televisor y me dijo que mi hermano no me iba a hacer caso hasta que el termine y se vaya, lo que pensé fue (disculpen la rudeza de la expresión) “este esta huevón” y volví a llamar a mi hermano, yo lo veía moverse pero no me respondía.

La figura negra se sacó la capucha y vi que era un hombre viejo delgado pero alto y vigoroso al mejor estilo de don Quijote de la mancha con cabello corto, peinado y blanco con barba de corte recto crecido que me recordaba al sith, darth Tyranus de Star Wars. Envuelto en un traje completamente negro como si de un traje de monje se tratase, con un cayado en la mano, parado erguido y con aire de superioridad, con la cabeza como mirando al frente de él pero dirigiendo sus ojos hacia mí.

Lo que pensé fue una cosa de película, es decir mire de reojo al interruptor de la luz que estaba en la pared, pensé que podía llegar rápidamente a encenderla, y con mi hermano agarrarlo a golpes (en mi mente literalmente pensaba la expresión “sacarle la mierda”) para esto debía gritar y avisar a la familia lo que ocurría, pues me di cuenta que tal vez la parte de que mi hermano participara inmediatamente no resultaría ya que este no iba a despertar.
Sin embargo al momento de plantearme la idea el viejo me dijo que era inútil intentarlo como si me hubiera leído la mente, me dijo que había venido por mí para proponerme un trato, que no tendría nada más que preocuparme después que cerremos el supuesto trato, yo pensé quien es este, y él me contesto con palabras de que “yo” ya sabía de quien se trataba.

Pensé (más que nada por el tipo de vestimenta que llevaba puesto) "eres la muerte" y el recién dirigió su mirada con todo el rostro de forma afirmativa hacia mí y dijo "exacto" con palabras audibles, yo pensé en mis abuelos que dormían en el segundo piso, en mi madre y demás personas que estaban durmiendo en los pisos superiores, así que me decidí a ir corriendo a prender el interruptor de la luz y lanzarme sobre este tipo para así a sacarle la m..., si es que eso era posible.

Cuando gire mientras estaba recostado hacia el interruptor de luz, apoye mi mano sobre el colchón para levantarme, de pronto sentí su voz a mi espalda como si se hubiera teletransportado en un segundo y ahora estuviera echado atrás mío. Me dijo una vez más que era inútil intentarlo, me toco el hombro con su mano y sentí como todo el aire que tenía en mis pulmones me abandonó, salió por mi boca y no podía inspirar más aire de vuelta.

Él me dijo que sabía quiénes estaban arriba, me dijo de mis abuelos, sobre algunas cosas que ellos habían hecho en su juventud, que eran por supuesto cosas de antes que naciera yo, que por supuesto no tenía forma de saber, me hablo de mi madre y también me contó cosas de ella, yo lo escuchaba pero era incapaz de moverme porque su mano que seguía en mi hombro me quitaba todas las fuerzas y de a pocos me desvanecía.
Me dijo que vino a ofrecerme un trato y que si lo aceptaba yo no tendría nada de qué preocuparme sobre accidentes o muerte, y otras cosas más, poco a poco yo me estaba desvaneciendo, solo intentaba llamar a mi hermano y mencionaba su nombre pero no obtenía respuesta. Al final mientras poco a poco sentía dormir o morir cual sea el caso, escuche a medias que menciono "cincuenta" es decir que el trato era por cincuenta.... yo con mi último aliento solo atine a decir...SI...

Entonces el dejo mi hombro y aspire todo el aire de mi alrededor, de la sala, del mundo, llene mis pulmones, al voltear vi como pesadamente se levantaba del colchón y me dijo que teníamos un trato mientras se dirigía a la puerta de vidrio. Yo seguía llenando mis pulmones y observándolo, al final se puso frente a la puerta de vidrio y un segundo después la atravesó, se mantuvo ahí parado unos segundos, después como si de una torre de naipes se tratase se cayó toda la forma al piso hasta formar la bolsa negra que era movida por el viento y un segundo después esta fue elevada por los aires hasta desaparecer en el muro del vecino.

Yo sin saber qué clase de trato había hecho, con la cabeza que me daba vueltas por la cuestión que era una de las cosas más alucinantes que me había pasado, volví mi vista a ver a mi hermano que aun dormía mirando la pared y solo dije en voz baja, "Fito de mierda" (disculpen la lisura pero para el caso creo que es entendible, y Fito es como decimos a mi hermano)

Ni bien termine de hablar este se gira y me dice ¿¿¿¡¡¡QUE!!!???

Yo casi por explotar después de todo lo que hace unos minutos antes había pasado le cuento todo y este mira a todos lados diciendo ¿¿¿AQUÍ???

Rápidamente me levante y subí las escaleras, fui a ver a mis abuelos que estaban durmiendo para comprobar que estaban bien, a mi madre, todos se despertaron así que les conté todo lo que había pasado, ellos mencionaron que posiblemente era un sueño pero cuando les conté lo que la muerte me había dicho de ellos que hicieron en su juventud, cosas que yo no tenía modo de saber tanto de mis abuelos ni de mi madre ellos se pusieron pálidos.

Mi hermano me menciono que si me estuvo escuchando cada vez que lo llamaba pero que él ya estaba agarrando sueño y que no quería responder.

Y para terminar, a estas alturas no sé qué trato hice, porque no puedo recordar a que se refería el término de “los cincuenta” ni que tenía que dar a cambio, si es que debía dar algo a cambio, es decir si es que yo estaba libre de la muerte o de accidentes o cosas mortales por ¿50 días?, ¿50 meses?, ¿50 años? o que sería así hasta que cumpliera 50 años o no sé qué otra cosa más pensar.

Aún a estas alturas toda esta situación me es un misterio y sumado que tampoco sé qué fue lo que tenía que entregar o hacer, todo se es oscuro para mí, tal vez entregue mi alma como si del diablo se tratase, pero no creo que fue eso porque después de todo ese tiempo no me es familiar haber accedido a eso, pero aun así no puedo recordarlo...


Esto fue real y me ocurrió en setiembre del 2005, debo decir que nunca he sufrido percances u otro afín y ahora mi historia personal la comparto a ustedes
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