lunes, 6 de febrero de 2017

Buruburu el espíritu de la cobardía

Existe una leyenda antigua en Japón que hace referencia a los espíritus de las personas que murieron en un momento de profundo miedo o terror, los que estaban justo al borde del susto o huyendo de lo que fuera que le causaba pánico, creando a su muerte el espíritu terrorífico que busca compartir un poco el miedo que sintieron antes de su muerte.



Los llaman Buruburu, aunque esta referencia solo es una onomatopeya es decir una imitación del sonido que causa en sus víctimas cuando están la sienten o las ven causándoles escalofríos de miedo, sus relatos antiguos de estas apariciones son muchas y variadas sin embargo el impacto que causa en quienes la escuchan suele ser el principio de lo que viene después, pues según la leyenda el Buruburu puede seguir a una persona por varios días causando poco a poco que el miedo inicial se vuelva terror que es el sentimiento que las caracteriza.

Los Buruburu al momento de su muerte o por la forma en que dejaron de existir cuando eran humanos, tiene un gran impacto en su espíritu, pues el hecho que este haya sentido el sentimiento de cobardía, como ocurría antes si morías mientras huías de una batalla o en escenarios de profundo terror por ejemplo crea espiritus que quedan empapados de esta sensación la cual dicta las acciones del espíritu y es la sensación que determina su existencia.

Las leyendas japonesas dicen que este espíritu, permanece en lugares de mucha calma y mientras más oscuros mejor, como bosques, cementerios o cuevas, pues los lugares urbanos no les interesa y se mantienen alejados de ellos. Esta leyenda nació en el Japón medieval, y se dice que cuando alguien se topa con un Buruburu este elegirá a su presa en solitario y se presentara a el adoptando la forma de un anciano, indefenso, bajando las defensas de la víctima esperando que no se dé cuenta de la trampa.

Cuando la oportunidad se presente, este se acercara por la espalda y se adherirá a los collares o a las prendas de su víctima, desde ahí comenzara a atosigarla esporádicamente tocando su nuca, pues este acto causa casi generalmente cierto escalofrío o que la víctima presente piel de gallina creando poco a poco una sensación de incomodidad mientras poco a poco se va dando cuenta que algo no es normal mientras el miedo aparece.


Esta es la forma general que el Buruburu empieza su cacería, creando escalofríos que van mermando el espíritu propio de la persona y que a medida que crecen, puede incluso causar un ataque cardíaco en su víctima, pues el terror a lo desconocido crece descomunalmente. Aunque hay relatos donde pueden presentar otro tipo de ataque, este es el más común y más conocido por todos.

Sin embargo con el gran avance de las ciudades, esta leyenda nipona a sido casi erradicada mientras las zonas rurales van desapareciendo, pronto tal vez el Buruburu sea solo el recuerdo antiguo de un espíritu perdido, un cuento que nació en una época y que solo permanece en las profundidades de las cavernas, único lugar donde las urbes no pueden llegar… ¿o sí?

Las imágenes que se muestran fueron encontradas en la red, tienen sus propios autores y/o dueños, solo se han colocado como información y guía del tema que estamos tratando.
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