
En los tiempos antiguos en Japón, se tenía un tipo de
fidelidad entre los sirvientes hacia la familia feudal a la que servían que
incluso iba más allá que su apego por su propia familia. Es en este ambiente
donde ocurre esta leyenda cuando en una familia importante de Kioto nace una
niña, quien era saludable y vivía aparentemente feliz, pero tenía un defecto, nunca
había pronunciado jamás palabra alguna, mientras iba creciendo los padres se
preocuparon suponiendo que había nacido muda cosa que inicialmente no le
confirmaron los médicos.
Después de revisarla varios especialistas no encontraron ningún
problema, y cansados de no tener respuestas fueron a consultar con un sabio
reconocido en las distintas regiones de Japón, aquí al revisarla les indica que
la única cura posible era darle a la pequeña el hígado de un feto no nacido mientras
se celebrara un ritual ancestral.
Los padres no supieron cómo conseguir tremenda cosa, así que
optaron por la salida más fácil, delegaron esta responsabilidad a su sirviente
que era la mujer encargada de cuidar a su hija, dándole una gran cantidad de
dinero y le ordenaron que viajara por todas las regiones buscando a una madre
embarazada que quiera hacer este trato.
En este Japón antiguo, la sirviente no podía negarse, pero también
sabía que nunca encontraría a una madre que quisiera dar a su hija no nacida
para un fin tan atroz como este por ninguna cantidad de dinero, pues ella misma
era madre de una niña de 5 años y personalmente nunca se atrevería a cometer
semejante sacrilegio. Sin embargo tenía una misión así que fue por distintas
regiones buscando a la madre que quisiera dar el hígado de su hija, pero antes
de partir se despidió de se propia hija dándole un amuleto para que la
protegiera en su ausencia.
Así pasaron los años y ninguna mujer acepto sus
proposiciones, horrorizándose con la sola mención, así la mujer envejeció en
esta búsqueda imposible, hasta que toda esperanza en ella de encontrar a
alguien desapareció. En su lugar la desesperación ocupo su lugar así que se escondió
en una cueva y decidió que la próxima mujer embarazada que se cruzara con ella
la asaltaría y le extraería lo que buscaba todos estos años.
Pero mientras aún estaba en esos pensamientos, observa el cadáver
ensangrentado de la mujer y reconoció algo muy familiar, el amuleto que años
antes le había dado a su hija estaba en los restos del suelo, poco a poco comprendió
de quien se trataba y lo que había hecho.
En su desesperación se había cobrado la vida de su propia
hija y las de su futuro nieto que ahora solo era un cuerpo sin vida en sus
manos. ¿Quién diría que el destino le daría esta horrible lección?
Se cuenta que la vieja enloqueció por haber matado a su
propia hija y que en ese estado alcanzo la maldición para convertirse en
Onibaba, una especie de demonio al matar lo que más amas en la vida, desde ese
entonces la figura de Onibaba perduró en la cultura japonesa para aleccionar a
las madres y a todas las personas las consecuencias trágicas de cometer actos
de manera impulsiva. El destino puede tendernos una trampa, pero de nosotros
depende permanecer cuerdos y sensatos en todo momento.
Varios encuentros con una presencia similar a Onibaba se han
contado en varias regiones desde entonces, uno de los relatos más conocidos es
la historia de unos monjes budistas que estaban viajando y que al ser atrapados
en una tormenta encuentran refugio en una cueva donde una amable anciana residía,
esta les ofrece protección y cobijo.
Les invita a pasar la noche, pero con la condición de que no
vayan hasta el fondo de la cueva, todo estaba bien y cuando dejó de llover la
anciana salió a recoger leña seca dejando a los monjes en la cueva.
Ellos tuvieron un momento de desconfianza y decidieron ir al
fondo de la cueva para encontrarse una gran cantidad de restos humanos de
varios años anteriores, asustados deciden huir pero en la puerta encuentran a
la vieja que había adoptado una apariencia como poseída por un demonio y
bloqueaba la salida. Sin embargo los monjes lograron salvarse por su fé y sus
plegarias protegiéndose de las fuerzas oscuras y por ende no fueron dañados.
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del tema que estamos tratando.
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