
Muchas cosas se han dicho del Mayantu, pero ninguna mala ni
negativa; pues se dice que esta entidad puede caminar en dos planos de
existencia es decir, en el físico y en el espiritual. Cuando está en el
nuestro, el Mayantu adquiere una apariencia anfibia, una especie de humanoide,
con cara de rana o sapo, conocedor de todas las propiedades de las plantas de
la selva amazónica, por este motivo puede obtener curas casi milagrosas
producto de ellas.
Tiende a ayudar a personas necesitadas, pero eso si, solo
aquellos que demuestren que no son un peligro para la selva y la vida en ella,
pues el Mayantu es un ser protector de la biodiversidad que existe en la selva
en su totalidad.
Entre los antiguos indígenas el Mayantu es conocido como “el
buen dios de la selva”, y en algunas partes aun lo siguen adorando por
considerarlo protector de su ambiente.
Las personas que dicen haberlo visto o en los relatos
antiguos donde lo mencionan, cuentan que al Mayantu puede vérsele cerca de los
humedales y territorios irrigados por arroyos que pueden desembocar en cochas o
lagunas de poca profundidad, que este rodeada de árboles grandes, pues es justo
ahí donde el Mayantu reside, mimetizándose en la corteza e inclusive puede
estar residiendo en arboles de gran altura en su dosel, en arboles como el
Kapok.
Para los Yaguas, una tribu de la amazonia, consideran al
dios Mayantu que conoce todas las plantas benignas como un curandero, ya que
dicen que cuando alguien que tenga sus favores cae producto de algún mal o
veneno este puede encontrar la cura en sus plantas, por eso lo conocen como “el
que cura”.
Las imágenes que se muestran, fueron encontradas en la red,
tienen sus propios autores y/o dueños, solo se han colocado como información y guía
del tema que estamos tratando.
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1 comentarios:
Muchas gracias por la información, me dan ganas de hacer un cuento sobre esta criatura.
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