martes, 18 de abril de 2017

La verdadera historia de los dragones eslovenos

En tiempos de la edad media, un extraño rumor recorría la región desde tiempos anteriores, el rumor era que en las cuevas de los Alpes Dináricos estaban habitadas por verdaderos dragones que arrojaban fuego, un lugar remoto y peligroso era considerado todo el lugar, si sumamos a la presencia de dragones esto lo convertía en una zona evitada por todos, pero ¿cómo se sabía esto?, pues los testigos vieron a sus crías, pero veamos más de este tema.


Estos Alpes son una increíble manifestación de la naturaleza que demuestra la grandeza de su poder en los paisajes así como en sus intrincados y peligrosos caminos, los hombres en su totalidad temían adentrarse en esta zona, pues la tradición de su gente mantenía que todo ese lugar era zona de dragones.

Y como dudar cuando de las cuevas algunas crías escapaban y eran vistas por los pobladores y viajeros que desconocían o se aventuraban más de la cuenta, los observaban y temiendo que la madre salga por ellos, huían despavoridos a todo tropel hasta alguna zona segura.

Con el tiempo, las historias crecieron y los hombres de ciencia quisieron saber más de estos relatos y misterios y claro, quien no quiere ver dragones antes de morir, más aun si eres un investigador, biólogo o científico.

Al investigar las cuevas, encontraron efectivamente que estaban habitadas, pero no por dragones, aunque físicamente tienen cierta similitud con la descripción de estas criaturas fantásticas, con lo que se toparon fue con Proteos, una especie anfibia que residen casi toda su vida en las aguas cársticas de las cuevas alpinas y si lo observamos bien, se les vendría a la mente crías de dragones recién nacidos.


Obviamente no son seres sobrenaturales, pero tienen cualidades que los ubican en especies muy por encima de otros convirtiéndolos en criaturas extrañas dignas de ser estudiadas. Este animal tiene entre 20 y 40 centímetros de longitud, con el cuerpo totalmente blanco con miembros cortos y poseedor de una cola, como es un habitante de las cuevas alpinas está casi ciego, adicionalmente a esto sus ojos se encuentran bajo su piel, sin embargo aún es sensible a la luz y no solo por sus ojos sino que esta sensibilidad se extiende a toda su piel. Por eso se guían bien cuando salen de la cueva y sienten el exterior, pero mientras un sentido esta casi anulado, otros se incrementan, así es el caso de su olfato, muy desarrollado y preciso en el reino animal, también pueden detectar cualquier sonido hasta el más mínimo tanto en el agua como en el suelo, detectando los campos eléctricos de las criaturas cercanas, como son los depredadores de su entorno, siempre están al acecho de cualquier animal para poder consumirlo.

Si las características peculiares de esta especie aun no te sorprenden, tal vez te sorprenda su increíble longevidad y es que aunque no llegue tanto como los dragones de los cuentos, se sabe que los proteos alcanzan la madurez sexual a los 14 años y tranquilamente pueden vivir más de un siglo, aunque lo usual es que termine su vida alrededor de los 60 años.


Si aún no estas impresionado por estas características entonces este último te sorprenderá y te recordara más a los dragones, pues el proteo puede vivir sin alimento hasta 10 años, una adaptación adquirida en su ecosistema que le permite largas temporadas sin consumir nutrientes.

En la actualidad el proteo o dragón esloveno es una especie protegida por su gobierno y está en investigación constante, una criatura que es parte de su cultura con un folclore que ha llegado a alimentar las fantasías de grandes escritores alrededor de los años y es vigente aun en nuestros días.


Las imágenes que se muestran fueron encontradas en la red, tienen sus propios autores y/o dueños, solo se han colocado como información y guía del tema que estamos tratando.
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