viernes, 23 de febrero de 2018

La fiesta de Sapallanga

Ocurrió hace muchos años en un pueblito al cual lo llaman Tinkok ubicado en el lugar donde se unen los ríos de Chaclas y Pucará, una leyenda que dio origen a la festividad de Sapallanga y que les contamos a continuación.



Aquí en una zona alejada iba a llevar su rebaño un pastorcito, pero da con la sorpresa que en un momento y cada vez que iba siempre veía dos esbeltas señoras de bello faz y porte gentil que caminaban al borde del manantial que surge en este lugar, así pues algunas veces caminaban y otras las veía lavando algunas de sus prendas.

El pastorcillo hasta ese momento nunca no podía explicar la presencia de estas damas en un lugar tan aislado y por fin un día resolvió contárselo a sus padres. Estos escucharon con sorpresa y accedieron ir al lugar de manantial para constatar la veracidad de la historia, pues no era raro que dudaran de ella, sin embargo pudieron constatar con sus propios ojos la presencia de estas señoras en ese lugar las cuales desaparecían como por encanto después de unos momentos.

Los padres del pastor asustados por el extraño suceso, se dirigieron al pueblo de Sapallanga donde corrieron la voz a cuanta persona se encontraban hasta que dieron con el cura Taita relatándole todo.

Todo el pueblo se activó y acudió en masa al sitio de las misteriosas apariciones y a cierta distancia pudieron ver que efectivamente había un par de damas que después de un momento desaparecían sin más. La gente se acercó al lugar mismo de la aparición y comenzaron a escudriñar el lugar encontrando una especie de gruta y en ella la imagen de la virgen de Cocharcas la cual trataron de mover sin poder lograrlo.

Fueron en busca del cura a quienes le contaron lo ocurrido, este fue convenientemente revestido junto con el pueblo que mientras más se sumaban, comparsas de músicos y bailarines dejaban oir su alegría, sin embargo también en esta ocasión los esfuerzos por llevarse la imagen también fracasaron a pesar de que el cura llevo con la mayor veneración la Cruz Alta.

En un último intento apelaron a los pequeños bailarines a los cuales llamaban “Cara – chaquis” y mira ve que estos sin ningún esfuerzo levantaron la imagen con asombrosa facilidad conduciéndola al pueblo y colocándola en uno de los altares de la iglesia. Es así que desde entonces, en la fiesta que se realiza en honor a la imagen también tiene una participación especial los llamados “Cara – chaquis”.

Las imágenes que se muestran fueron encontradas en la red, tienen sus propios autores y/o dueños, solo fue colocada como información y guía del tema que estamos tratando.
Si te agrado este articulo, no olvides suscribirte a la página Aquí



0 comentarios: